¿Por qué cuidar nuestra alimentación?

Cada vez es más frecuente en la sociedad actual oír lo importante que es vigilar lo que comemos. Pero, ¿por qué es tan importante? En este artículo hablaremos de las ventajas de llevar una dieta sana y de cómo preservar el equilibrio emocional y físico puede ayudar a defenderse de enfermedades comunes como la diabetes y la hipertensión.

Alimentación sana para un cuerpo en forma

Como nuestro cuerpo es una máquina tan compleja, necesita una nutrición suficiente para funcionar correctamente. Los ingredientes que necesitamos para mantenernos sanos y con energía los adquirimos con una dieta variada y equilibrada.

De acuerdo com GNC México, una dieta rica en frutas, verduras, carnes magras, cereales integrales y grasas saludables nos aporta las vitaminas, minerales y antioxidantes que nuestro organismo necesita para funcionar correctamente. Estos nutrientes favorecen un peso saludable, refuerzan la inmunidad y protegen contra las enfermedades.

Evitar enfermedades comunes

La diabetes y la hipertensión son dos enfermedades crónicas que afectan a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, un estilo de vida equilibrado y una dieta nutritiva pueden evitar o controlar eficazmente muchos casos.

Uno de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares es la hipertensión, también conocida como tensión arterial alta. La tensión arterial puede controlarse con una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, rica en potasio y fibra, y baja en sodio. Los frutos secos, las verduras, las frutas, las legumbres, el marisco y los alimentos a base de legumbres son excelentes opciones para mantener un nivel saludable de tensión arterial.

Por el contrario, la diabetes es una enfermedad a largo plazo que afecta al modo en que nuestro organismo utiliza el azúcar en sangre. Los niveles de azúcar en sangre pueden controlarse con una dieta equilibrada rica en proteínas y fibra y baja en hidratos de carbono simples y azúcares procesados. Los alimentos verduras, frutas, cereales integrales y proteínas magras.

Equilibrio entre el cuerpo y la mente

Es fundamental tener en cuenta no sólo lo que consumimos, sino también cómo nos sentimos al respecto. Nuestros hábitos alimentarios y nuestra salud en general pueden verse afectados por el estrés y las malas emociones.

El estrés prolongado puede hacer que busquemos consuelo en la comida como forma de hacer frente a nuestras emociones, lo que puede conducir a patrones alimentarios poco saludables y al aumento de peso. Sin embargo, enfermedades emocionales como la ansiedad o la depresión pueden manifestarse como falta de apetito o de interés por la comida.

Una relación sana con la alimentación requiere encontrar un equilibrio entre el cuerpo y la mente. El estrés y las emociones desagradables pueden controlarse mejor con prácticas de relajación como el yoga o la meditación. Además, es fundamental recibir apoyo emocional de amigos, familiares o expertos médicos cuando sea necesario.